Es difícil encontrar una boda en donde no haya flores. A pesar de las últimas tendencias en decoración que apelan a objetos vintage y otros adornos, las flores nunca pasan de moda y son parte fundamental para conseguir la atmósfera deseada.
Son el elemento clave en la decoración de boda, tanto en la iglesia como en el salón. De acuerdo al tipo y color de flor, se conseguirán diferentes estilos. Están las románticas flores blancas o las pasionales rosas rojas. Las flores de colores son ideales para bodas al aire libre o bien para las de estilo bohemio mientras que es posible elegir flores en un color vibrante si lo que se quiere es tener una decoración a partir de una única tonalidad.
Las iglesias pueden ser decoradas con flores tanto en el altar como en los pasillos y bancos aunque en el caso de grandes templos por lo general se opta por decorar sólo el altar y elegir flores de tamaño generoso como las gerberas o los crisantemos.
Las iglesias pequeñas en cambio son más acogedoras y pueden ser decoradas con mayor detalle para así conseguir una atmósfera más cálida. Para el retablo funcionan muy bien las flores amarillas y beige así como las flores silvestres que combinan tonos diversos. Es posible decorar los bancos con un ramo de flores al comienzo de cada banco, optando por algo vistoso pero sin excesos.
Si la iglesia es de estilo moderno puedes elegir flores más exóticas o con grandes hojas verdes pues estos templos permiten una mayor informalidad al momento de elegir el tipo de flor.